Como cada 7 de julio, hoy se celebra el Día de la Conservación del Suelo, una jornada que tiene el objetivo de concienciar a la población mundial sobre la importancia que tiene la conservación del suelo para los humanos, los animales y las plantas. Y es que la tierra tiene un papel fundamental dentro del frágil equilibrio medioambiental.
Realmente, debemos pararnos a pensar en cómo afecta la contaminación o la explotación excesiva de los suelos a la destrucción del medioambiente. En muchos casos, y en particular cuando las personas hablan sobre el cambio climático, el suelo permanece en un segundo plano. Sin embargo, este recurso es sustancial para combatirlo. Como en el caso de los océanos, los suelos pueden absorber gran cantidad de dióxido de carbono, un hecho que contribuye a mitigar el impacto de las emisiones de CO2 en el planeta.
“La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”.
Hugh Hammond Bennett, pionero en el campo de la conservación del suelo.
¿Qué es la conservación del suelo?
La conservación del suelo incluye todas aquellas técnicas y prácticas enfocadas en el uso y mantenimiento sustentable de los suelos que son utilizados como recurso natural, tanto en la agricultura como en la silvicultura y la ganadería.
Debido a que la pérdida de los suelos constituye uno de los principales problemas ambientales a escala mundial, su conservación es considerada de vital importancia para garantizar que los diversos factores ecológicos, climatológicos, hidrológicos, sociales, económicos y culturales interaccionen entre sí.
¿Por qué es importante la conservación del suelo?
El suelo, además de servir como soporte para las plantas y animales, también sirve de sustrato para el crecimiento de la vegetación, lo que garantiza los nutrientes necesarios para todas las especies.
Ya son diversos los estudios que han estimado que la naturaleza por sí misma puede tardar unos 200 años en lograr producir 1 centímetro de suelo fértil. Por esta razón, es realmente importante protegerlo y cuidarlo para garantizar su conservación, ya que, de lo contrario, es capaz de empobrecerse en muy poco tiempo.
¿Cuáles son las causas de la degradación del suelo?
Entre las causas más importantes se encuentran:
- Erosión: desgaste de la superficie terrestre por la fragmentación de los materiales.
- Transporte: traslado de los detritos de un lugar a otro.
- Meteorización: cambio de las rocas en contacto con el viento, el agua, etc.
- Sedimentación: depósito de sedimentos que llega a originar rocas sedimentarias.
- Manejo inadecuado de las tierras de cultivo, lo que crea un desequilibrio dentro del sistema productivo.
- La población del mundo obliga a contar con, al menos, mil millones de hectáreas de terrenos agrícolas para garantizar sus necesidades alimenticias. Este hecho supone la constante presión sobre el potencial productivo de los suelos, así como de los recursos naturales en general.
¿Cuál es la mayor consecuencia?
La desertificación, que es un proceso de degradación ecológica en el que los suelos fértiles pierden total o parcialmente su capacidad productiva. Para conocer más sobre este fenómeno, te recomendamos consultar el artículo “Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía” de nuestro blog.
