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Taxonomía verde. Por dónde empezar.

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Taxonomía verde. Por dónde empezar.

Veremos qué es la taxonomía verde y cuáles son sus objetivos. También descubriremos cuándo una actividad es elegible según la taxonomía verde y cómo averiguarlo.

Desde abril de 2021, disponemos de las primeras entregas del “diccionario” europeo de la sostenibilidad, que define lo que empresas e inversores pueden considerar sostenible. Se trata de un sistema de clasificación común para las actividades económicas sostenibles, en lo que se ha denominado una “taxonomía sostenible de la Unión Europea”, con una definición clara y estricta de lo que es sostenible.

Plan de Acción para la financiación del crecimiento sostenible

La taxonomía verde forma parte del Plan de Acción para la financiación del crecimiento sostenible de la Comisión Europea. Este es un ambicioso plan que quiere reorientar los flujos de capitales, es decir, el dinero, a inversiones sostenibles. Para ello, es necesario que la información pública sobre sostenibilidad de las empresas lo permita y habrá un requisito legal para que las empresas informen sobre cuán sostenibles son sus productos y servicios.

Cada entrega de la taxonomía sostenible de la Unión Europea corresponde a uno de los 6 objetivos sostenibles que establece la taxonomía verde. Por el momento, se han aprobado dos grandes entregas, con las definiciones del objetivo de mitigación del cambio climático y las definiciones del objetivo de adaptación al cambio climático.

El primer objetivo, la mitigación del cambio climático, requiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los científicos, con informes como los del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), han cuantificado de forma clara las emisiones necesarias para evitar el calentamiento global o, por lo menos, para moderar su impacto. Es un ámbito que nos atañe a todos, pues el calentamiento global responde a las emisiones de cada una de las personas, empresas e instituciones del planeta.

El segundo objetivo, la adaptación al cambio climático, forma parte de lo que ha hecho siempre la humanidad para adaptarse a un nuevo entorno, nos gustara o no. Comporta prepararnos para una realidad con más inundaciones, grandes incendios, olas de calor y otros fenómenos climáticos. Estos pueden incluso requerir el desplazamiento de poblaciones por subidas del nivel del mar o por falta de recursos hídricos debido a la sequía.

Los 6 objetivos de la taxonomía sostenible

  • Mitigación del cambio climático. Contribuir sustancialmente a estabilizar los gases de efecto invernadero mediante la reducción de las emisiones o facilitando esta reducción.
  • Adaptación al cambio climático. Contribuir substancialmente a reducir o prevenir los efectos adversos, presentes o futuros, del clima. Ya sea en la propia actividad o en las personas, naturaleza y activos. Para interpretar según regulación UE y el Sendai Framework for Disaster Risk Reduction.
  • Ús sostenible del agua y protección de los recursos marinos. De acuerdo con lo establecido para la regulación de la UE sobre protección de los recursos acuáticos y la gestión de la escasez de agua.
  • Transición a una economía circular. En cumplimiento de los reglamentos de la UE sobre economía circular, por ejemplo, incrementando la durabilidad/reusabilidad de los productos o la reducción de materiales, desarrollando modelos de negocio de tipo “Product as a Service”.
  • Control y prevención de la contaminación. De acuerdo con lo establecido por la regulación de la UE sobre este ámbito, por ejemplo, reduciendo los productos contaminantes. También sería posible mejorando la calidad del agua, aire y suelo y eliminando los residuos contaminantes.
  • Protección y rehabilitación de la biodiversidad y de los ecosistemas. De acuerdo con lo establecido por la regulación de la UE sobre este ámbito, por ejemplo, protegiendo y restaurando la biodiversidad, los servicios de mejora de los ecosistemas y la gestión sostenible de los bosques.

La taxonomía verde no abarca todas las actividades sino aquellas que tienen incidencia en alguno o varios de los 6 objetivos. Actividades emisoras como, por ejemplo, el transporte de mercancías o la producción de cemento pueden realizarse de forma más sostenible. Así pues, reducen sus emisiones y contribuyendo sustancialmente al objetivo de mitigar el cambio climático.

Como ejemplos de actividades que contribuyen al objetivo de adaptación al cambio climático podemos encontrar las mejoras en los seguros para proteger de los desastres naturales o la construcción de nuevas infraestructuras para el mejor transporte y uso del agua.

EU Taxonomy Compass

La Comisión Europea ha puesto en marcha una herramienta online en inglés que informa de qué actividades son elegibles para los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático. Más adelante también informará de las actividades que son elegibles para el resto de objetivos sostenibles. Llamada “EU Taxonomy Compass”, esta “brújula” de la taxonomía puede encontrarse en la dirección web https://ec.europa.eu/sustainable-finance-taxonomy/index.htm.

La herramienta permite filtrar por sector de actividad y ver si las actividades que las empresas llevan a cabo son elegibles según la taxonomía verde. Además, nos indica cuál de los objetivos de sostenibilidad es elegible, pudiendo ser múltiples objetivos.

En nuestro siguiente artículo sobre la taxonomía verde veremos qué deben hacer las empresas si alguna de sus actividades se encuentra en la lista del EU Taxonomy Compass. Y es que, cuando una empresa tiene actividades elegibles según la taxonomía verde, deben cumplirse una serie de requisitos para verificar si la actividad es sostenible.