Durante la sesión de hoy nos gustaría explicar brevemente cuáles han sido las causas del buen desempeño de la renta variable emergente durante los dos últimos años.
Tras alcanzar suelo a finales de 2015, los fundamentales económicos de países y compañías han experimentado una significativa mejoría que ha permitido trasladarse a los precios de los activos financieros. Las principales causas se pueden resumir en 4 puntos:
- La mejora de los precios de las materias primas. El avance de los precios de energía o materiales industriales como el cobre ha permitido mejorar los ingresos de países y compañías subyacentes, entre las que los mercados emergentes tienen un peso destacado.
- La Estabilización del dólar. La depreciación del billete verde permite reducir la presión que sufren en costes, tanto operativos como financieros.
- Reformas estructurales. Países como India han implementado un fuerte calendario reformista durante los últimos años, mejorando la situación competitiva y sentando las bases de un crecimiento sostenible para los próximos años.
- Mayor enfoque hacia la generación de valor. Tras varios años dando importancia al crecimiento, los equipos gestores de las compañías han pasado a enfocarse hacia la mejora de los márgenes de las compañías, lo que a largo plazo mejora el desempeño económico de las mismas.
Todas estas causas han permitido fuertes crecimientos de beneficios por acción que se han trasladado a los precios de las acciones.
Adicionalmente, el hecho que los inversores continúen siendo escépticos en el tipo de activo y que sea uno de los pocos activos de renta variable que mantiene valoraciones atractivas permite que continuemos siendo constructivos de cara a los próximos años.
Así, de mantenerse las tendencias mencionadas, durante los próximos años fondos como el CI Emergentes FI deberían continuar manteniendo desempeños positivos tanto a nivel relativo como a nivel absoluto.